Hoy me he sorprendido gratamente (como siempre que me llega algún vídeo nuevo de la #FAUNALOCAL) este clip de
Ángel Reguera patinando en su tierra, El Bierzo. Y más precisamente en Páramo Del Sil, que para los que como yo no lo sabían, está situado a orillas del río Sil en la parte más septentrional de El Bierzo, limitando al norte con Asturias, al este con Palacios del Sil, al sur con Toreno, Fabero, Noceda del Bierzo e Igüeña y por el oeste con Peranzanes. Es uno de los municipios leoneses donde todavía quedan vestigios de la lengua asturleonesa y (aquí la sorpresa para mi) hay un half pipe de unos 4 metros de ancho (copy) y una altura alrededor de 1,70 con una transición suave y construída en su mayor parte de metal. Un spot curioso y poco conocido en la provincia y que espero se mantenga por muchos años.
Agradezco a Gelo por haberse currado este clip! Espero que no te importe que te lo haya robado (un poco) jejeje...
Salud y skateboarding!
1 comentario:
Cerca de los juzgados de Ponferrada está lo que se conoce como el centro comercial "La Máquina". La verdad es que de centro comercial tiene poco, pero es ahí donde empieza la historia del mini-half del vídeo. En el verano de 1991, el ayuntamiento de Ponferrada, después de muchas súplicas y lloros por nuestra parte, decidió instalar un "skatepark" en la parte trasera del centro comercial. La inauguración de éste se programó para las fiestas de la Encina y como reclamo dijeron que traerían desde Madrid a unos "profesionales" de la tienda Sessions. Al final los susodichos no vinieron pero si se inauguró el skatepark (creo que tengo en VHS el vídeo oficial grabado por la televisión comarcal "CIMA"). Martín y Aurelio acabaron el día con varios ollie-sad desde la plataforma del mini-half al suelo.
Unos meses más tarde, a causa del ruido que metíamos con las tablas en las rampas de metal, los del Ayuntamiento decidieron retirar el skatepark. Éste acabó en el antiguo parque los bomberos, situado a un lateral del Hospital de Ponferrada. Hasta allí fuimos los pocos que patinábamos y decidimos montar de estrangis todas las rampas, unas sobre otras, pues el suelo era de piedras, impatinable. De vez en cuando salía un bombero cabreado, uno que tenía el pelo blanco, y había que huir.
Años más tarde, las rampas volvieron a emplazarse cerca de la
"Máquina", esta vez junto al río Sil, frente a la biblioteca pública. Por aquel entonces ya casi nadie patinaba (allí empezó a darle un muchacho que años después
saldría incluso en revistas: EDGAR). Y un buen día el Ayuntamiento volvió a quitar las rampas... para llevarse el mini-half a Páramo. Me alegro que este muchacho del vídeo lo disfrute.
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